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Cómo 45 días sin surf afectan nuestra salud mental

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Leilani Mcgonagle de Costa Rica, en el ranking 35 de la Serie de Clasificación Femenina 2020, de la World Surf League, ha escrito su pesar en estos difíciles tiempos de confinamiento en el mundo y en especial en su país. Después de 55 días sin surf este 18 de mayo, el gobierno ha dado luz verde para que se reabran las playas para la práctica del surf.

“Hoy comparto con ustedes mi experiencia de estos últimos 45 días, porque sé que no estoy sola. Estas palabras vienen de mi corazón. Lo que he pasado es íntimo pero necesitamos compartir y apoyar en estos tiempos, entonces decidí prestar mi voz. Los entiendo, tratemos de hacerlas mejor. Como ticos, no necesitamos odiarnos, si no apoyar y amarnos”.

Ese primer pato, el primer empujón que te sumerge debajo de las olas. El sentimiento del agua levantando el peso de tu cabello, levantando el estrés de la escuela y el trabajo; limpiándote del pleito que dejaste en casa, o el cansancio del día. Si surfeas, no importa el día, la hora, o el estado mental que lleves, sabes lo mágico que es ese primer chapuzón. Es como ser bautizados por el mar. No te podría explicar la necesidad que tengo de surfear.

Mi salud mental y la de miles de surfeadores que somos en Costa Rica, se está viendo afectada.

El surf no es solo mi pasatiempo, ni es solo el pasatiempo de los surfeadores y surfeadoras profesionales de Costa Rica. De hecho, tampoco es solo el pasatiempo de las muchas jóvenes promesas del surf nacional. 

Ellos, al igual que nosotros, se levantan todos los días con el propósito de ser el mejor surfista, y el mejor atleta que ellos puedan ser. Ellos sueñan con levantar la bandera y traernos muchas medallas a casa. 

A ellos, como yo, les están cortando sus alas.

Las medallas y los triunfos para Costa Rica, son lo menos que está en juego. La salud mental de todos ellos y la mía, se están viendo afectadas. 

Mis horas en mi teléfono celular subieron en el uso diario de aproximadamente 2, hasta 9 horas y, estoy segura, que habrán muchas de estas promesas que no les queda otra que estar sumergidas en un teléfono celular, adonde están expuestos a ver agresión y odio. 

Hoy por ejemplo, abrí mi Facebook, el cual llevo años ignorando porque cada vez que lo abro, veo algún tipo de noticia, comentario, o polémica negativa. Me encontré con que varias personas me etiquetaron en una disputa de opiniones sobre este tema, controversia a la cual yo no pedí ser invitada. 

Ellos estaban utilizando mi nombre como un ejemplo, aseguraban que yo sentía o vivía experiencias que no son ciertas. Con esto recordé, en solo 5 minutos, por qué llevo tanto tiempo evitando el Facebook.  Por dicha, no me quise informar mucho sobre qué discutían, pero puedo asegurar que estas discusiones, con esta frecuencia, antes no sucedían.

En lo personal, el confinamiento ha provocado en mí cosas que jamás encontré posible que me pudieran afectar. 

Los que me conocen, saben que soy una feliz, positiva y sin caprichos. Me la paso vacilando mientras sigo mis ambiciones. Aquí voy a hablar solo por mí: pánico, ansiedad, pesadillas, y hasta la perdido el sueño; son parte de mi hoy, después estos 45 días sin tocar el mar. Ya en varias ocasiones, he llorado en mi cuarto. 

Esto entiendo que me está pasando por el embotellamiento de sentimientos. Por la razón, que toda mi vida, el mar ha sido mi psicólogo. Es el lugar adonde yo he aprendido a liberar mi estrés, batallar la tristeza, y encontrar inspiración. 

Yo me siento afortunada de poder vivir en un lugar como Pavones, donde tengo espacio abierto, derecho de subir la montaña, y espacio para entrenar físico.  Pero mi relación con  el mar y con mi familia, son lo más importante que hay en mi vida, lo cual creo que es el caso en la mayoría de la comunidad de surf en Costa Rica.

Referencia https://www.crserf.com Sigue a Leilani Mcgonagle en su página de Facebook y  YouTube https://youtu.be/s1gins9qwxk

Tags: surf, COVID-19, salud mental